El papel de la prensa en las huelgas del inicio de la transición española. El Baix Llobregat: noviembre de1975-febrero de 1976   (Ver documento completo)

Esta tesis doctoral estudia el papel jugado por la prensa diaria de Barcelona en la representación periodística de unas huelgas obreras que convulsionaron el mundo del trabajo barcelonés en los primeros meses de la transición democrática española: la huelga de Laminados y Forjados de Hierros y Aceros, S.A. (Laforsa) de Cornellà y la subsiguiente Tercera Huelga General del Baix Llobregat, comarca que recibía el sobrenombre de "cinturón rojo de Barcelona".

El estudio de la cobertura periodística otorgada a estas huelgas por parte de los diarios que se publicaban entonces en la Ciudad Condal se orientó hacia la consecución de dos fines. En primer lugar, la elaboración de un relato histórico de los conflictos empleando el material hemerográfico recogido de la prensa diaria como única fuente para la construcción historiográfica. En segundo lugar, se ha analizado la producción periodística en sí, con el fin de patentizar cómo trataron estos conflictos las distintas cabeceras para, en última instancia, aproximarnos a los porqués detrás de estas actuaciones.

El momento histórico en que se sitúa esta investigación —la oleada huelguística del primer trimestre de 1976—, el enfoque elegido —la visión y el rol de la prensa diaria—, y el caso de estudio en sí —la huelga de Laforsa y sus consecuencias— se consideran relevantes tanto para la sociedad como para la comunidad científica, por varios motivos. Por una parte, el interés historiográfico por el proceso de transición a la democracia en España y el debate público sobre cómo este se llevó a cabo no han hecho sino aumentar en los últimos años. Ello ha contribuido a transformar la transición, cuatro décadas después, en tema de actualidad e, incluso, de debate. Y dentro de aquel tránsito hacia unos nuevos —y entonces aún indefinidos— modelos de Estado y de Gobierno, las luchas obreras del primer trimestre de 1976 tuvieron una significación clave. No solo resultaron inéditas por su extensión geográfica y sectorial, así como por la represión policial desencadenada; sino que cerraron un ciclo en la historia del movimiento obrero español y, sobre todo, evidenciaron la magnitud de la controversia fundamental al inicio del proceso democratizador: ruptura o reforma. De entre ellas destacó la huelga de Laforsa, por tratarse de la más larga en Cataluña desde el final de la Guerra Civil, y por ser causa primigenia de la tercera y última macromovilización obrera en la conflictiva comarca barcelonesa del Baix Llobregat.

Por otro lado, ni el tratamiento que el movimiento obrero en general —y la conflictividad laboral en particular— recibieron de la prensa oficial —tanto de titularidad pública como privada— ni el papel desempeñado por esta durante el franquismo y la transición han sido objeto de investigación en profundidad. Por ello, con el presente trabajo se abre en ese terreno un camino que se anticipa fructífero, incluidos posibles estudios comparados de periodos anteriores y posteriores a la promulgación de la ley de Prensa e Imprenta de 1966, como podría ser, por poner solo un ejemplo, el tratamiento periodístico de las huelgas de 1962 frente a las de principios de 1976. 

Por añadidura, el interés social de esta tesis radica en que rememora una sociedad industrial, un movimiento obrero y un modo de hacer periodismo hoy irreconocibles. Los cambios legislativos —destacando el artículo 20 de la Constitución de 1978 y la regulación del derecho a la huelga2—, la desaparición del concepto fascista de sindicato vertical y su sustitución por sindicatos de clase —destacando sobremanera la institucionalización del movimiento de las Comisiones Obreras en un sindicato al uso y la desaparición de las 'luchas autónomas'—, y la impresionante mejora de las condiciones de vida de la clase obrera hacen que aquel contexto socio-laboral se antoje remoto para quien lo vivió y hasta inverosímil para las nuevas generaciones. Este trabajo nos aproxima a aquellas fábricas y barrios, a aquel reporterismo comprometido y, en definitiva, a aquellas luchas por la dignidad y la libertad. 

El 11 de noviembre de 1975, nueve días antes de la muerte de Franco, comenzaba en Laforsa —una empresa siderometalúrgica de tamaño medio situada en el barrio Almeda de Cornellà (Baix Llobregat)— un conflicto laboral de 103 días que se transformó en la huelga más larga en Cataluña desde la Guerra Civil. Tras un despido inicial, el agravamiento y la extensión del conflicto provocaron una huelga general en el Baix Llobregat que paralizó la comarca durante las dos últimas semanas de enero de 1976. La huelga de Laforsa finalizó el 22 de febrero de aquel año, con la readmisión de todos los despedidos. El conflicto fue cubierto con regularidad por la prensa diaria barcelonesa desde su inicio hasta su conclusión. 
En aquel momento, en Barcelona se publicaban ocho diarios generalistas que cubrían el arco ideológico oficial a la vez que, con las limitaciones propias de una dictadura debilitada pero no extinguida, dejaban aflorar influencias del nacionalismo catalán, de las distintas militancias socialistas, y de los comunistas, estos mayoritariamente aglutinados en el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), agrupación "histórica y socialmente asentada" que "sintetizaba en la práctica a toda la izquierda real". Ello me ha permitido comparar las visiones ofrecidas desde las distintas sensibilidades políticas de la época. A estos ocho diarios, que se publicaban seis días por semana, se les unía la Hoja del Lunes, editada por la Asociación de la Prensa de Barcelona con motivo del descanso dominical obligatorio de la prensa diaria. 

De estos rotativos, mediante diversos instrumentos metodológicos, he recopilado, codificado en una base de datos y analizado toda la producción periodística relacionada con la huelga de Laforsa y la Tercera Huelga General del Baix Llobregat. El análisis de este material me ha permitido construir un pormenorizado relato de los más de tres meses de conflictos, así como extraer unos resultados desde los cuales ha emergido el tratamiento informativo otorgado a estas huelgas por periódicos y periodistas —qué hechos reflejaron, cuáles silenciaron, cómo elaboraron sus relatos, a quiénes otorgaron más o menos voz, apoyo, crítica, credibilidad, etc.—. informadores, mediante entrevistas enfocadas en profundidad que han servido para matizar, corroborar o, en ocasiones, refutar los resultados y conclusiones del análisis del contenido. La incorporación de estas fuentes de memoria oral ha sido posible gracias a que la mayoría de estos autores aún viven y se han prestado a colaborar en esta investigación. 

Las peculiaridades de esta generación de periodistas añaden un interés especial a su testimonio. Y es que, a principios de los años 70 empezó a producirse un cambio generacional entre los periodistas barceloneses, no solo en cuanto a edad, sino en lo referente a actitudes, formación e ideología. Además, en Cataluña —donde existe una larga tradición de prensa comarcal y local— había aparecido y se estaba desarrollando la figura del corresponsal en comarcas. Estos solían ser jóvenes ideologizados —amateurs o semiprofesionales— que elaboraban información sobre su población o demarcación comarcal, con frecuencia desde una cierta involucración en los hechos que trataban. La función desarrollada por estos personajes ha sido clave en este estudio, por las características comarcal y políticosindicales del mismo y, sobre todo, debido a la elevada producción de informaciones de corresponsalía en los diarios que disponían de ellas. 

Para concluir esta introducción, he de manifestar la triple intención con la que acometí este trabajo. Primero, para demostrar cómo un relato histórico puede construirse empleando como principal fuente histórica la tantas veces denostada prensa —de hecho, en este caso, es imposible hacerlo solo con el resto de fuentes disponibles—. En segundo lugar, he tratado de identificar los papeles que como mediadores y actores políticos desempeñaron periódicos, periodistas y corresponsales comarcales. Y, finalmente, he analizado las diversas visiones periodísticas ofrecidas por los distintos rotativos, para llegar a conclusiones sobre los porqués de sus variados posicionamientos ante estos hechos.

María Marta Martínez de Iturrate Eugenia