Algunos datos sobre Laforsa
Laforsa (Laminados y Forjados de Hierro y Acero. SA), fábrica de Almeda Cornellà de Llobregat
Claudio Boada es el presidente de Prodinsa, una sociedad de desarrollo industrial ligada al Banco de Madrid ya la que pertenece el 40% del capital de Laforsa.
La empresa decide hacer una reestructuración que aumente la producción de 60.000 Tm en 1975 a 120.000 Tm en 1976. Para conseguir el objetivo pone al frente de la empresa un nuevo equipo directivo que sea capaz de llevarlo a cabo lo antes posible.
Los trabajadores acceden a cambiar las vacaciones en el mes de junio ya hacer horas extraordinarias. A consecuencia de la introducción de los nuevos sistemas de trabajo y la nueva maquinaria, la producción se ve alterada y los trabajadores ven disminuir las primas.
El mes de agosto los trabajadores deciden dejar de hacer horas extraordinarias y denuncian la incapacidad del nuevo equipo directivo. En septiembre se realiza una reunión en sindicatos para encontrar un acuerdo con la empresa sobre la cuestión de las primas y las horas extraordinarias. El resultado es negativo. El mes de octubre la empresa retira las bebidas refrescantes que están a disposición de los trabajadores. El mes de noviembre es despedido un trabajador por un error en el proceso de producción.
Esteban Cerdán Francés, trabajador de la empresa, explica el conflicto de Laforsa.
REESTRUCTURACIÓN DE LA EMPRESA
La huelga del 75-76 es fruto de un cúmulo de cosas. Laforsa hace una inversión astronómica y los resultados de producción no resultan como se esperaba. Nosotros empezamos a profundizar en los datos y demostramos que el equipo que había venido nuevo no era un equipo competente. A veces nos daba la impresión que trabajaban en contra de los intereses de la fábrica.
Teníamos muchos roces, por ejemplo, yo era verificador de cilindros, estaba directamente a las órdenes del jefe de laminación. Le dije que me hiciera una salida para ir al sindicato y me dijo que no, que allí donde estaba él que no salía nadie y yo le dije: ¡oiga, yo no quiero discutir con usted! si no me hace la salida, me iré y le traeré un justificante del delegado comarcal de Sindicatos. Esos y otros pequeños roces enrarecían el ambiente, sobre todo los que tenían relación con las condiciones de trabajo que habíamos conseguido...
MEJORA DE LAS CONDICIONES LABORALES
En Laforsa teníamos uno de los mejores convenios de la comarca y las condiciones de trabajo habían mejorado inmensamente. Con nuestra lucha habíamos conseguido muchas cosas y también habíamos conseguido un marco de libertad. Nosotros habíamos establecido que hacíamos asambleas. Hacer asambleas en el comedor ya era una práctica común. Las hacíamos a la hora del bocadillo. Incluso, a veces, tocaba la sirena y la gente no se movía. Así que se fue produciendo un enfrentamiento con este equipo hasta que un día...
Un día 11 de noviembre del 75- un trabajador que estaba en una cabina de mandos hizo ir un lingote por un sitio que no debía y entonces provocó una avería en el tren de laminado. Se tuvo que parar un rato para arreglarla. Y entonces, a ese buen hombre, al jefe de laminación, no se le ocurrió otra cosa que mandarlo para casa. Le despidieron. Y esto fue un revulsivo.
Éramos doscientos cuarenta y tantos. En aquel momento la plantilla normal durante esos años era siempre igual y se quedaron trabajando unos 25, entre mandos y algunos de las oficinas. En la huelga participaron compañeros de las oficinas y muchos mandos intermedios, encargados... Empezaron por despedir a 12 trabajadores. A los enlaces y jurados nos abrieron un expediente disciplinario y nos suspendieron de empleo. Después continuaron despidiendo cada vez a más trabajadores, llegamos a ser más de 150 despedidos. Despidieron toda la plantilla que se negó a trabajar. Toda la plantilla despedida con carta individual.
DESARROLLO DE LA HUELGA. SOLIDARIDAD
La huelga empieza con una solidez tremenda y en seguida aparece una solidaridad impresionante. A los pocos días muere Franco. La huelga adquiere una gran extensión, se producen paros de solidaridad, sobre todo aparece la solidaridad económica. Llegamos a recoger más de 5 millones de pesetas.
Íbamos cada mañana a la puerta de la fábrica, encendíamos la hoguera, venía la policía nos echaba y se calentaban ellos. Cuando se iban, entonces volvíamos nosotros. Había camioneros que nos traían camiones de madera y los vaciaban allí. Ese tipo de solidaridad se fue extendiendo. Las Navidades fueron una campaña de solidaridad, cantábamos villancicos por la calle.
INTIMIDACIÓN EMPRESARIAL
Como he dicho, la huelga tiene una solidez tremenda porque la empresa hace varias tentativas para romperla. Va despidiendo escalonadamente hasta que despide a unos 150, el resto son los que están trabajando y los que cogen la baja o están enfermos... En estos conflictos siempre hay los que tienen miedo... pero vamos, en este caso hay gente que coge el alta voluntariamente y se va a la fábrica y le dice al director que él se suma a la huelga. También hay compañeros que los convence la dirección y vuelven al trabajo y cuando a la mañana siguiente nos ven ahí enfrente cogen, dejan el trabajo, se salen y se unen a nosotros. Pasaban estas cosas que son muy comprensibles si se tiene en cuenta las presiones de la empresa a los familiares. La empresa fue clasificando a la gente y entonces la convocaba particularmente. Incluso visitaba en las casas a las mujeres y a los hijos para decirles que estaban engañados. Cuando nos enteramos que iban visitando las familias le dijimos al jefe que visitaba que eso se tenía que acabar y lo cortamos rápido. Eso era una falta de moral y de ética tremendas.
Nos encerramos en la iglesia de Santa María de Cornellà. Aquello se rodeó de policía. Una tarde, la gente, toda la comarca, acudió allí. La policía no les dejó acercar y saltó la chispa. Un guardia municipal atropelló a un trabajador con el coche y al día siguiente la huelga general había estallado en la comarca. Duró 15 días, dos semanas justas. No se podía abusar y es que una huelga general no se puede sostener indefinidamente. Entonces ahí hay un trabajo muy importante y es convencer a nuestros compañeros de la fábrica que la comarca tiene que volver al trabajo y debemos de ser nosotros los que debemos de inspirar que la gente vuelva al trabajo.
Fue difícil porque la comarca estaba muy fuerte, pero en una asamblea general en Sindicatos lo decidimos así. Los de Laforsa estábamos fuertes para continuar. Si no había solución volveríamos a reemprender.
El caso es que la empresa delante de esa presión se vio obligada a negociar. Bueno, dicen que la llegada del rey por aquí también supuso la obligación de negociar. El Delegado comarcal de Sindicatos vino a la iglesia que estábamos encerrados a decirnos que iba a pedir una entrevista al Rey para ver si se solucionaba nuestro conflicto y nosotros le dijimos al Delegado comarcal que sí, pero que quien hablábamos éramos nosotros y entonces dijo que no. Nos quedamos en la iglesia y la policía nos echó, pero con la huelga general en marcha.
Al final hubo un acuerdo en la Vía Layetana, donde estaba el Sindicato Vertical, donde está Comisiones ahora. La empresa se negó a reunirse con nosotros. El jurado de empresa estábamos en un departamento, la empresa estaba en otro y el Delegado Provincial hacía de correveidile de despacho en despacho y cada vez que venía con propuestas nosotros le decíamos la misma: ¡despidos ni uno!, ¡o todos o ninguno! Al final el acuerdo fue que todos quedábamos readmitidos. Aceptamos sanciones: 4 compañeros con 3 meses de suspensión de empleo y sueldo y 6 con 6 meses de suspensión de empleo y sueldo, entre los cuales estaba yo.
En un grupo reducido habíamos pensado qué hacer si no había compromiso. En las luchas no puede quedar todo el movimiento devastado y sobre todo en aquella lucha tan justa. En la hipótesis de una dureza extrema se había pensado que igual habría que admitir algún despido porque la lucha requiere también sacrificios. De todos modos eso era una cosa muy remota que no se había llegado a discutir más que en círculos muy estrechos y que no se tenía en cuenta, ni mucho menos, a la hora de negociar allí en el vertical. No, no, allí les decíamos: ¡o todos o ninguno! Hasta que el Delegado vino con la propuesta de la retirada de todos los despidos, eran las 4 de la mañana, me parece, o las 3 y pico.
EL FINAL DE LA HUELGA
Cuando aquella mañana llegamos al vertical de Cornellá aquello fue una fiesta. La noticia corrió como un reguero de pólvora. Después se organizaron partidos de fútbol. Uno fue con Siemens. Hubo una fiesta en el polideportivo del Centro Social Almeda en Cornellá. Consideramos que aquello fue una batalla política, sindical y económica y además fue un refuerzo muy importante del movimiento obrero.
Los obreros de LAFORSA a la opinión pública
Se cumplen ya 38 días desde que los obreros de "Laforsa" fuimos despedidos. El motivo de nuestra huelga y del despido es conocido ya: habernos solidarizado con un compañero que la Empresa quiso despedir el día 11 de Noviembre de forma, a nuestro juicio, totalmente arbitraria.
Nuestra huelga continua por varios motivos: 1º por solidaridad, ya que esta es, hoy por hoy, la única forma de defender nuestros puestos de trabajo. 2º: porque creemos que en estos momentos contribuimos con nuestro esfuerzo a reforzar el amplio frente de solidaridad y lucha por conquistar sus derechos, y 3º: porque no estamos solos: el amplio eco de solidaridad y ayuda material y moral que venimos recibiendo de tantos sitios, especialmente de la clase obrera, es para nosotros un estímulo. Agradecemos en concreto la hoja informativa de la Vicaría Episcopal de la zona sur de Barcelona.
Sin embargo hemos de destacar la ineficacia tanto por parte de la Organización Sindical como de la Delegación de Trabajo. El día 19 de Diciembre, acompañados del Sr. Riverola, Delegado provincial de Sindicatos, fuimos recibidos por el Sub-Gobernador de Barcelona, a quien manifestamos el comportamiento incorrecto y hostil por parte de la fuerza pública, al acudir pacíficamente cada día a la puerta de la fábrica. Debemos hacer constar que el Gobernador en funciones dijo que "era inadmisible el insulto de palabra y de hecho por parte de la fuerza pública".
Por su parte, la patronal intenta maniobrar para dividirnos. Por boca de su gerente sabemos que pretende dejar a 70 de nosotros en la calle. Se están recibiendo cartas (hasta la fecha se han recibido 87) requiriendo a algunos de nosotros a volver al trabajo, pero haciendo constar, al mismo tiempo, que esta incorporación al trabajo no supone la readmisión de todos. Hasta ahora solamente dos de nosotros se han reintegrado al trabajo y tres que permanecieron con baja, al entregar el alta se han unido a nosotros. Por otro lado, nos vemos obligados a denunciar el chantaje de que ha sido objeto la mujer de uno de nuestros compañeros al haber sido visitada, en ausencia de él, por el Jefe de Personal, diciéndole que "ya se habían incorporado al trabajo 40 de nosotros (cosa totalmente falsa) y que su marido no fuese tonto, pues se podía quedar en la calle"... Nos ha sido negada la paga de los puntos que debía cobrarse el 20 de este mes. También nos ha sido negada la paga extra de Navidad, a no ser que firmemos el saldo y finiquito. Para nosotros esto no es más que una nueva provocación.
Pero nuestra unidad permanece más sólida que nunca, cosa que se patentiza en nuestras Asambleas diarias que venimos celebrando en los locales de la O.S. En una de ellas, hace unos 20 días, acordamos enviar cartas al Rey, al Ministro de Trabajo y al Gobernador de Barcelona. Si bien se nos ha comunicado el acuso de recibo de todas ellas, por respuesta solo hemos recibido el silencio. Como decimos, pues, nuestra unidad está más fuerte que nunca. Sabemos que nuestro empeño no es fácil. Pero sabemos también que nuestro objetivo coincide con el clamor que hoy está resonando en todo el país en pro de la AMNISTIA. Nosotros entendemos que la auténtica AMNISTIA ha de pasar necesariamente por la readmisión de todos los trabajadores despedidos hoy por el solo "delito" de defender nuestro puesto de trabajo y el pan de nuestros hijos.
En fin, queremos que la opinión pública sepa que estamos dispuestos a pasar unas NAVIDADES ensombrecidas pero no sombrías. La solidaridad de que somos objeto por parte de tantas personas amigas y compañeros de la comarca, nos hace estar seguros de que ninguna familia de los trabajadores de "LAFORSA" pasará necesidades inmediatas, y que el hambre no nos llevará a la fábrica arrastrándonos.
Queremos lo que es nuestro y que por derecho nos pertenece:
Cornellá, 20 de Diciembre de 1.975
Las mujeres de los trabajadores de LAFORSA a la opinión pública
Nuestros maridos, trabajadores de LAFORSA, a los 63 días de huelga llevaron a cabo un encierro en la iglesia Sta. María de Cornellà, encierro que decidieron vista la actitud de la empresa el día anterior aún donde se manifestó que 12 trabajadores no volverían a la fábrica ni aun ganando el juicio en Magistratura.
Tras ser expulsados repetidas veces de las cercanías de la fábrica y otros sitios y viendo la ineficacia de los organismos oficiales decidieron recluirse en el templo.
Al conocer nosotras su decisión nos acercamos a la iglesia con objeto de llevarles comida y darles ánimo, así como proporcionarles prendas de abrigo. Nuestra sorpresa fue inmensa, la policía impedía la entrada al templo, ya no solo a nosotras, sino a toda persona.
Después de hacer algunas gestiones con las autoridades, comprobamos que lo único que se intentaba era que el hambre y el frío los hiciera desistir de su actitud de encierro.
En ese momento decidimos ocupar sus puestos de la ciudad, todas nosotras ponernos sus chaquetillas de trabajo y todas juntas frente a la iglesia dimos ánimos a nuestros maridos. QUE NI EL HAMBRE NI EL FRIO OS VENZA. Al partir, el pueblo de Cornellà nos dio ánimos a nosotras para que nos mantuviéramos firmes en nuestra postura. Eran grandes los grupos de obreros y ciudadanos los que se nos acercaban, pero la policía, empleando sus "porras", nos hacían retroceder a todos.
Fue una larga noche para nosotras, pues en grupos pequeños (2 ó 3) conseguimos que llegaran hasta el templo, utilizando una cuerda desde la torre, algunos alimentos (las puertas estuvieron vigiladas toda la noche) el mismo sistema utilizamos para hacerles llegar alguna ropa y así pasamos la noche. El día 14 empezó con la misma táctica, pues solo un pequeño descanso y de nuevo fuimos a ocupar nuestros sitios junto a la iglesia, pero la policía nos expulsó sin más explicaciones.
Entonces decidimos ir al alcalde de la ciudad, para que nos diera una explicación, nos recibió el 1er. teniente de alcalde, el cual nos dijo que no "podía" hacer nada por nuestros maridos, pero si lo deseábamos podíamos permanecer en la plaza, pues dicha plaza, según él, era del pueblo, pero 5 minutos después volvimos a ser expulsadas por la policía.
Fuimos a la puerta de la fábrica a ocupar el puesto de nuestros maridos y así expresar nuestra repulsa a los causantes del conflicto y a los ESQUIROLES. Al regreso en manifestación hasta la plaza, volvimos a mostrar nuestro apoyo a nuestros maridos. Una cerrada ovación y el grito, "LAFORSA UNIDA JAMAS SERA VENCIDA" fue el testimonio.
Por la tarde explicamos a diversos trabajadores reunidos en sindicatos todo el problema, todos se solidarizaron con nosotras y así, a las 7 de la tarde, un millar largo de trabajadores nos acompañaron en manifestación pacífica hasta la plaza. La policía cargó contra nosotros, golpeando incluso a transeúntes. Hasta la policía municipal, en un "alarde de ciudadanía", envistió con el coche patrulla contra la masa, el resultado fue un atropello en una acera (pues el vehículo circulaba en zig-zag) del que resultó gravemente herido el enlace sindical de Soler Almirall, Rafael Rosas.
A la 1,30 de la madrugada del día 15 la policía desalojó a nuestros maridos del templo, algunas de nosotras aún estábamos junto a un gran número de ciudadanos, fue aplaudida calurosamente la salida del templo de nuestros maridos "escoltados" por la policía.
Cornellà 15/1/76
En el día de Reyes:
Carta de los obreros de Laforsa a SS.MM.
Queridos Reyes:
Como ya imaginamos que estaréis enterados, llevamos 55 días despedidos de la empresa por solidarizarnos con un compañero que despidieron, injustamente según nuestra opinión.
Sabréis que nos hemos dirigido a todos los sitios que nosotros consideramos que podrían solucionar tan grave problema, como son: Delegación de Trabajo, Sindicatos, Gobierno Civil,
Ministro de Trabajo y Rey de España. Y nadie hasta este momento nos ha contestado positivamente por esto, ante vuestra llegada inminente, queremos haceros una petición, petición esta, que no se ha podido resolver con los medios normales a que antes hacíamos alusión.
Por lo tanto, lo que os pedimos es una cosa muy bonita, que es la READMISIÓN de todos los obreros de "Laforsa". Pues entendemos que es lo más preciado que se puede recibir en los hogares de todos nosotros.
En vuestra conciencia, creemos, se debe sentir mucho nuestra situación y estamos seguros que llevareis esta alegría de la readmisión para todos los despedidos.
Para el próximo año estamos seguros de que os podremos escribir otra carta mucho más alegre, porque no dudamos que siempre atendéis a todas las peticiones, pidiendoos cosas menos importantes, pero pensad que lo que os pedimos este año, no puede tener aplazamiento, no podemos prescindir de los juegos más elementales: la comida, la habitación, las escuelas... y todas las cosas que las personas necesitamos en este juego que es la sociedad.
No queremos que pongáis carbón a nadie, pues todo el mundo tiene derecho a los juegos y nos sabría muy mal que alguien se quedara sin estos preciados regalos.
Esperamos atendáis esta petición, atte.
Los obreros de "LAFORSA"
Colaboración popular con los trabajadores de Laforsa
A raíz del conflicto de Laforsa se puso de manifiesto lo que ya era una tradición en muchos lugares de la comarca: la conexión del movimiento obrero con el movimiento popular o ciudadano. Esta conexión era inevitable ya que los lugares de residencia de los trabajadores sufrían una falta importante de servicios mínimos y eso, inevitablemente, afectaba la calidad de vida de los trabajadores. Veamos algunos ejemplos:
Los manifiestos de las mujeres de los mismos trabajadores, que fueron un elemento importante de difusión de la lucha que se vivía.
La tarea desarrollada por algunas escuelas, asociaciones de padres y madres y grupos de enseñantes fue también muy importante. Los alumnos de San Miguel de Cornellà hizo encuestas sobre el conflicto y otros hicieron murales sobre algunas de las actividades de los trabajadores.
Fue también positiva la actitud de apoyo y acogida de un sector de la Iglesia de Cornellà. Cabe destacar la lectura de una nota del arciprestazgo de Cornellà denunciando los causantes del conflicto.
Otras muestras de solidaridad fueron las explicaciones periódicas del conflicto, la recogida de dinero y la difusión de un documento: «Ante el prolongación conflicto de los Trabajadores de Laforsa», en muchos centros y entidades ciudadanas de la comarca, y el apoyo masivo de los asistentes a la Fiesta del Parque de las Aguas convocada por el Congreso de Cultura Catalana. Los trabajadores, con la ropa del trabajo, venían claveles rojos con una bandera que llevaba inscritas las palabras "Amnistía y readmisión».
LA SOLIDARIDAD DEL BARRIO ALMEDA
El barrio Almeda un núcleo residencial rodeado de fábricas como Pirelli, Fama, Siemens, Clausor, Tornilleria Mata, o la propia Laforsa, fue testigo y protagonista de todas las luchas que se llevaron a término esos años.
Almeda cuna de las CCOO del Baix Llobregat, con una importante organización política y sindical en sus fábricas y con una gran conciencia de barrio, venía llevando importantes luchas urbanas canalizadas a través del Centro Social Almeda. Se volcó en la solidaridad con los trabajadores de Laforsa, como hizo en con otros conflictos, donde muchos de los trabajadores en lucha, eran vecinos del propio barrio.
En las instalaciones del CSA se celebraron muchos actos de apoyo y solidaridad con la huelga de los trabajadores de Laforsa, y su revista el CARRILET, hizo el seguimiento de la evolución de la lucha mientras duro. Finalmente fue en su pista polideportiva, donde se celebro con un acto festivo el final de la huelga.
El domingo 29 de febrero, el barrio de Almeda, nuestro barrio, preparaba una Fiesta Popular para celebrar la readmisión de los despedidos de Laforsa en las pistas deportivas del Centro Social Almeda.
La convocatoria de este evento tuvo una resonancia extraordinaria. Por eso el domingo, a partir de las diez de la mañana, la pista del polideportivo se fue llenando de trabajadores de Laforsa y sus familias. Pero también de compañeros de otras fábricas y localidades, como de la empresa Clausor, que estaba en huelga en solidaridad con un compañero despedido, de grupos llegados de Sant Vicenc deis Horts, de Sant Boi, del Eixample de Barcelona, de Sant Feliu, de Esplugues, de SEAT, de El Prat, de trabajadores de transportes y de la construcción, de vecinos de Sant Joan Despí y de la Zona Franca, así como otras muchas representaciones que exhibían numerosas banderas catalanas y pancartas alusivas a la victoria de los huelguistas, a la amnistía y a la libertad.
Según nuestras estimaciones, la asistencia fue de más de 1.200 personas. Los asistentes a la fiesta, entre el partido de futbol-sala, las canciones, el jolgorio, las risas, los vivas, los aplausos y los discursos, no reparamos apenas que durante toda la mañana estuvimos bien vigilados por los guardianes de las esencias para que no nos desmadráramos. Hubo canción catalana y flamenco y varios parlamentos de los representantes sindicales que destacaron diversos momentos de la huelga. Hubo la intervención del presidente del Centro Social Almeda, Ricard Belles, aplausos a las delegaciones de empresas y barrios, a la clase obrera y una destacada ovación a las mujeres de los trabajadores de Laforsa.
Con esta fiesta, en la que el barrio demostró su capacidad organizativa, terminaba la extraordinaria aportación, tanto económica como moral, que los vecinos de Almeda hicieron para que la razón y la justicia obtuvieran el triunfo, celebrado aquella mañana casi en las puertas de Laforsa. (Del libro O todos o ninguno)
Ochenta mil personas se movilizaron en este conflicto y con razón se decía de boca a oreja durante aquel invierno en el Baix: “Escucha amigo: Laforsa ha vencido”.
Los empresarios valoran el conflicto de Laforsa
Jaume Funes, periodista y buen conocedor del conflicto de los trabajadores de Laforsa, entrevista dos empresarios de la comarca del Baix Llobregat (Cuadernos Primero de Mayo, núm. 2, págs. 9-15).
Gregorio Lamolda -President de la Unió d'Empresaris del Metall de Cornellà- i Carlos Gelabert -Vocal pel Baix Llobregat del Consell Provincial d'Empresaris- ens donen la seva opinió:
La opinión del empresario es que fue una huelga política, esgrimiendo una bandera que en aquel momento existía que era el conflicto de «Laforsa». Nos pedían cosas que ni teníamos ni podíamos otorgar: amnistía, carestía de la vida, etc.
... el conflicto se generalizó a base de piquetes y amenazas contra la voluntad de la mayoría...
Para nosotros el fallo está en el Gobierno... Quien fomenta el aumento de la carestía de la vida es la Administración. Nosotros somos los primeros en quejarnos. Debería haber sido una queja conjunta de obreros y empresarios contra la Administración.
Por desgracia, aquí el mundo del trabajo no está haciendo su juego sino que se lo está haciendo al bloque económico europeo. A este bloque le interesa que nuestros productos se encarezcan. Una forma de encarecerlos son las huelgas.
Nosotros creemos que el final fue un total éxito de los empresarios. En una reunión, conscientes los empresarios que los obreros habían sido coaccionados, decidimos no sancionar ni pagar.
El sindicato actual no sirve para nada. Estamos de acuerdo con los obreros: hace falta un sindicato empresarial y uno obrero, separados, que puedan pactar. Debe haber dos sindicatos separados y preparados, que sepan lo que pueden pedir y conceder y en conexión con la cúspide económica y política. Venimos de un sistema paternalista en el que se nos dejaba jugar y discutir mutuamente a obreros y empresarios, para luego venir la Administración a decir sí o no y a corregir lo pactado.
BAIX LLOBREGAT
Una nota sin precedentes en la comarca constituyó la huelga generalizada del Baix Llobregat que afectó a decenas de miles de obreros y se inició en solidaridad con los trabajadores de "Laforsa". Sobre aquel largo y cálido conflicto, en "Hoja del Lunes" de Barcelona se escribía:
"Con toda propiedad cabe calificarlo de político. En primer lugar porque explícitamente la huelga tiene como objetivos la defensa del puesto de trabajo (más de seis mil trabajadores de la comarca están amenazados por la inflación de "expedientes de regulación de empleo") y la lucha por la amnistía y la libertad. Incluso la causa próxima de la huelga general es claramente política: solidaridad con los despedidos de "Laforsa" (157) y de "Guix" (6). Espero que nadie entienda mal esta calificación de política; cualquier huelga laboral es un conflicto político aquí y en Pekín.
La huelga ha sido convocada desde las UTT de la comarca y decidida en asambleas masivas de las fábricas y de las diferentes Agrupaciones Sindicales. Es decir, utilizando a fondo los "cauces legales" copados en las recientes elecciones por las candidaturas unitarias, obreras y democráticas. Ni una sola octavilla ha aparecido por las calles de la zona llamando a la huelga. Probablemente porque no ha sido necesario y porque se manifiesta la total insuficiencia de la "propaganda clandestina" para el éxito de una huelga de masas.
Puede sorprender a un espectador lejano que localidades distintas, con características diferentes y alejadas concluyan en una huelga solidaria con unos trabajadores, los de "Laforsa", de una única población: Cornellà. Al respecto pueden decirse varias cosas: que la intensidad de la vida sindical en toda la comarca es enorme, probablemente la más alta de España; que se trata de una zona con amplia experiencia de lucha y más concretamente de lucha solidaria -recuérdese al respecto la huelga general del Baix Llobregat durante el verano de 1974 en solidaridad con los obreros de "Elsa" y "Solvay", y la más reciente jornada del 11 de diciembre de 1975, precedentes ambos que "explican" el conflicto actual; y que los trabajadores han encontrado un instrumento de coordinación sindical de toda la comarca realmente eficaz: la intersindical."
Analizando el origen de la huelga, "El Noticiero Universal" publicaba el siguiente comentario:
"¿Qué fue primero? ¿El llamado "lumpen" o las circunstancias socio-económicas que lo hicieron posible? Yo me inclino por la segunda razón. El sub-proletariado es criatura de un sistema industrial en proceso de desarrollo, codicioso de rápidas plusvalías instaladas casi única y exclusivamente sobre la mano de obra; con la aparición, en los últimos veinte años, del fenómeno especulativo urbano. A la bomba social pre-existente se le ha dotado de un peligroso fulminante, las condiciones de vida municipal, que pueden hacer explotar la carga en el momento menos pensado.
Por si el ambiente general no fuese delicado, y la paz y el orden público producto más bien de la nueva madurez lograda por la población que fruto del mejoramiento de su circunstancia, he aquí que se producen situaciones límite como la manifestada en la empresa "Laforsa". Si los dirigentes de esta factoría pensaban resolver el problema por la vía autoritaria, siguiendo procedimientos harto superados en las modernas relaciones industriales, estaban equivocados. Sabemos que en estos momentos existe profundo malestar entre los empresarios de la zona por la intransigencia de sus colegas. Se preguntará: ¿Tenían razón? Si la hubo, la perdieron al aferrarse a una postura de fuerza. No puede despedirse por entero a una plantilla: doscientos hombres tendrán siempre más razón que uno solo. No pueden modificarse unas normas de trabajo, por otra parte, sin pactar antes su repercusión con quienes deben someterse a sus consecuencias. Los ritmos de trabajo no son como las marchas de un automóvil.
El orden público se altera de muchas formas. No sólo con manifestaciones en la calle."
Trabajadores sancionados
El conflicto de la empresa "Laforsa" terminó a los 104 días de huelga, con la readmisión de los 157 trabajadores por medio de un pacto sindical que se firmó ante la presencia del delegado comarcal de Sindicatos don Enrique Riverola. El "Diario de Barcelona" recogía así el acontecimiento al día siguiente, 22 de febrero:
"Al acuerdo se llegó a la una de la madrugada, tras unas horas de angustiosas gestiones en despachos contiguos -en uno los representantes obreros y en otro representantes de la patronal de "Laforsa". Las sanciones son de seis meses de empleo y sueldo a seis trabajadores: el encargado Francisco Ruano, los cargos sindicales Esteban Cerdán, Simón Ródenas, Manuel González, Francisco Gamero y el popular ex cargo sindical y animador de las asambleas, Ramón Rulo. Tres meses de suspensión de empleo y sueldo para Luís Escartín, ex cargo sindical; Francisco Espinosa y Policarpo Leal, cargos; Vicente Blecua y Juan Haro, encargados; Antonio Llanos, José Vega e Hilario García. Se acuerda también que durante 1976 los trabajadores de "Laforsa" renuncian a ir a la huelga por causas imputables exclusivamente a los trabajadores. Son eliminados los expedientes ante Magistratura, los cargos sindicales podrán seguir ejerciendo como tales en la forma reglamentariamente establecida, mientras "ambas partes expresen su manifiesta decisión de mantener entre sí amplio y abierto diálogo".
Pese a las sanciones, el Sindicato de Cornellà era, la mañana del sábado 21, una fiesta. Sobre la mesa de la sala general pendía una enorme bandera catalana y unas letras que hablaban de amnistía. Lágrimas y aplausos han jalonado la asamblea: Aplausos en primer lugar al jurado de empresa, y después a la asamblea, "a nuestras mujeres", a la comarca, "a los curas de la localidad", al presidente de la UTT de la Química, a muchos nombres propios y a cuantos han sido solidarios.
La asamblea glosó algunas de las características de esta larga huelga, que se remonta al 11 de noviembre de 1975. En los 104 días de huelga -la más larga en Catalunya desde 1936- no ha habido ni un solo palo."
CONGRÉS DE CULTURA CATALANA
Unas 4.000 personas se congregaron el 21 de diciembre pasado en el Parc de les Aigües, para asistir a la fiesta popular, final de la primera fase de preparación del Congrés de Cultura Catalana. La edición de "Tele-Exprés" del día siguiente describía así el acto:
"A partir de las diez las calles de Cornellà se llenaron de comitivas en algunos casos llegaban a estar constituidas por doscientas personas que con banderas catalanas y pancartas de adhesión al Congrés fueron saliendo de las distintas entidades culturales, asociaciones de vecinos y proximidades de algunas fábricas. A pesar del intenso frío, en el Parc de les Aigües se fueron sucediendo intervenciones que anunciaban las diferentes delegaciones que iban llegando, intercalando canciones y la actuación de una cobla sardanística, interpretando también tres canciones entre ellas el "Cant de la Senyera" el Orfeó Catalonia. Simultáneamente se celebraba un festival infantil organizado por los trabajadores de la "SGAB" en otro lugar del parque.
La presencia de los despedidos de "Laforsa" que vendían claveles con unas pegatinas en las que se solicitaba apoyo a su lucha, la alusión al tema el algunas pancartas y el desbordamiento de aplausos cada vez que, al recordarse las delegaciones presentes, se nombraba a los trabajadores de "Laforsa", hizo que surgieran algunas dificultades con la fuerza pública allí presente que no toleró que se repartiese un pequeño documento, editado por Pax Christi, con depósito legal y formado por sesenta y siete asociaciones de Barcelona, sobre el tema de la amnistía. La Festa popular quedó semiinterrumpida durante media hora mientras la comisión organizadora del
Congrés de Cornellà, junto con los concejales Seijo y Mariscal, se reunieron con la Policía Armada para tratar de que la Festa continuase. Bajo su responsabilidad el acto entró en una apretada fase final a la que se tuvieron que hacer algunos recortes de tono y de número de intervenciones, pero pudo concluirse con normalidad."
Fuera de programa, en una visita inesperada, los Reyes de España acudieron a Cornellá para interesarse por los problemas del Baix Llobregat. "La Vanguardia" publicaba un comentario al día siguiente de la visita de los monarcas en estos términos:
"Los Reyes han querido visitar realmente Cataluña, no sólo Barcelona, y encontrarse con el pueblo catalán que ha acudido con prontitud y con alegría a su encuentro en Lérida, en Tarragona, en Gerona, y a veces bajo la lluvia como en Olot. El pueblo ha querido compartir con los Reyes el máximo tiempo posible, como en Berga durante el tradicional espectáculo y fiesta popular de la Patúm. Si la Cataluña real es una Cataluña con problemas, es también una Cataluña con fiestas y con raíces profundas y ramas variadas que se extienden por todo el Principado y que no se reducen a su "Cap i Casal". En este sentido la visita a Cornellà, zona de máxima conflictividad laboral en que tantos problemas e inquietudes se han acumulado a lo largo de los años, resultó un signo ejemplar de esa actitud que ha demostrado el Rey de acudir directamente al encuentro de la Cataluña real, sin temor a los problemas y sin rehuir, sino al contrario, su
exposición clara. Y Cornellà ha correspondido al monarca con una acogida emocionante por sus expresiones de afecto, simpatía y esperanza."
Más adelante, el comentarista incidía en los resultados de la visita real diciendo:
"Quizás el gran éxito de don Juan Carlos haya sido éste de venir a Cataluña con toda naturalidad, con ánimo abierto y tranquilo, acogedor y liberal, y oir y ver de cerca lo que pasa y lo que se piensa. La institución queda así por encima de las inmediatas vicisitudes y abre, incluso al Gobierno mismo, un sendero de confianza, de libertad de espíritu, que es el que ha de marcar el acierto en la empresa de reforma que pueda llevar a España hacia la plenitud de la participación democrática de todos los ciudadanos en sus propios destinos.
Es de señalar en este sentido las palabras que ya recogimos en esta columna el sábado, con que al abrir el consejo de ministros don Juan Carlos aludió a las personas responsables que le habían planteado con firmeza y serenidad los problemas que les preocupan "y que el Gobierno debe estudiar dando solución adecuada a los mismos". No se podrá decir que esta vez el primer magistrado haya venido arropado por el Gobierno ni que se haya mantenido a distancia. Ha sido él quien se ha adelantado a entablar la relación directa con su pueblo, y ha sido él también personalmente, han sido el Rey y la Reina quienes han recibido la más espontánea y cariñosa de las acogidas. La sintonía ha sido fácil, significativa y prometedora."
Los trabajadores valoran el conflicto de Laforsa
Las actividades desarrolladas por los trabajadores ponen de manifiesto la gran capacidad organizativa y de movilización del movimiento obrero de la comarca. La Comisión de representantes obreros elegidos en una asamblea comarcal del Baix Llobregat hacen, al final de la huelga, una valoración sobre la huelga general en solidaridad con los trabajadores de Laforsa: La amplitud de la movilización ha significado que nuevas localidades y ramos se hayan incorporado por primera vez a la lucha obrera. Han surgido innumerables dirigentes obreros espontáneamente.
La actitud de serenidad y de civismo demostrada por los trabajadores en la calle, su habilidad para intentar el diálogo con la fuerza pública, han facilitado la comprensión y simpatía de la inmensa mayoría de la población que se ha situado al lado de la clase obrera.
La actuación pública y abierta de los organismos de dirección junto a la de nuestra comisión para las negociaciones ha permitido una actuación sindical unitaria y democrática. Se ha vivido, a pesar del marco político en que nos encontramos, lo que debería ser el sindicalismo unitario y democrático en el futuro.
... la posición mayoritaria de los empresarios, consideraba la necesidad de no agravar más la situación: cerrar las fábricas mientras no se trabajase, pero no imponer ni sanciones ni despidos.
Esta es la posición que ha prevalecido y la que se ha aplicado conjuntamente.
Tan manifiesto quedó el triste papel jugado por la OSE, que incluso las alcaldías de Sant Joan Despí y de El Prat de Llobregat, ante la presión y la opinión popular, si bien no mencionaron en concreto a ésta, manifestaron su preocupación por la ausencia de cauces legalmente establecidos para que de una forma válida se pudiera resolver satisfactoriamente un conflicto de tal envergadura.
DOSSIER LAFORSA, elaborado por XTEC con materiales de la Fundació Utopia (Cornellà), Fotografias de Almeda memoria de un barrio obrero.
HUELGA GENERAL DEL BAIX LLOBREGAT
Los talleres de la Seat de Barcelona han vuelto a contemplar en estos días las masivas asambleas de trabajadores, Se trata de la discusión del VIII convenio colectivo, y después del triunfo en las últimas elecciones los trabajadores se han recuperado del golpe sufrido y vuelven a la carga. La declaración de Clúa: "La correlación de fuerzas en las circunstancias actuales es favorable a la empresa", no parece confirmarse, pues la marcha masiva del día 14 de enero dice algo sobre el estado de ánimo de la Seat. La empresa parece flexibilizar su postura, sí bien el convenio sigue en el alero. Estos hechos han precedido al proceso del. Baix Llobregat.
A última hora de la tarde del jueves día 22, cinco dirigentes obreros del baix Llobregat elegidos por los trabajadores de Laforsa y ratificados por la asamblea de cargos sindicados de la comarca (unos 2.000 asistentes) se entrevistaron con el nuevo gobernador civil de Barcelona, señor Sánchez Terán. La entrevista, según los trabajadores, fue cordial. Horas antes, la Policía había disuelto la marcha de 15.000 trabajadores que desde la Delegación de Sindicatos de Cornellà pensaban llegar, en manifestación ordenada y pacífica, hasta el mismísimo Gobierno Civil.
Los cinco representantes obreros presentes en la entrevista fueron; Juan Ramos, presidente de la UTT del Metal de Cornellà, Carles Navales, presidente de la UTT de la Construcción. Vidrio y Cerámica de Cornellà, cargo que ostenta de hecho por la voluntad unánime de sus compañeros de ramo, aunque la OS no quiera reconocer su elección, Pere Caldes, presidente de la UTT de la Química de Cornellà, Emilio Guerrero, presidente de la UTT del Metal de Sant Joan Despí, y José Cano, presidente de la UTT del Metal de Sant Feliu de Llobregat. Cinco dirigentes de una sorprendente juventud el mayor, Cano, tiene cuarenta uno y el más joven, Guerrero, cuenta sólo con diecinueve años, representativos de los 120.000 trabajadores de la comarca más conflictiva de España. Ochenta mil de ellos han participado en la huelga general que desde el día 16 mantiene paralizado al Baix Llobregat.
Con Ramos, Navales, Caldes, Guerrero y Cano sostuvimos una larga conversación en el popular bar Pastis, de Barcelona, inmediatamente después de la entrevista con el gobernador civil. "Sánchez Terán parece un hombre liberal que, sobre todo, sabe escuchar. En esto se diferencio de su predecesor, Martín Villa. Algo hemos ganado", explicó Juan Ramos.
—Nosotros hemos expuesto claramente que la decisión, hoy, de los trabajadores es mantener Ia huelga hasta que tengamos garantías de que no habrá un solo despedido, ni de Laforsa, ni de Guix, ni de ninguna otra empresa. El gobernador se ha mostrado favorable a la negociación y hemos acordado; Uno: Iniciar un diálogo entre una comisión de trabajadores de Laforsa con representantes de la misma empresa para resolver el conflicto que tienen planteado. Dos: Reunir paralelamente una comisión de trabajadores de la comarca elegidos por los compañeros de Laforsa con una comisión de empresarios elegida asimismo por los empresarios de Laforsa. Estas reuniones contarán con un moderador que, como tal, no tendrá capacidad de decisión, Estas dos comisiones negociarán el conflicto general del Baix Llobregat,
La vía negociadora está, pues, abierta. Pero la huelga general continuará presumiblemente mientras haya despedidos.
Laforsa -157 despedidos ha sido el catalizador más importante de esta huelga solidaria del Baix Llobregat.
ALGUNOS ASPECTOS DE LA HUELGA GENERAL
Además de la solidaridad con los despedidos de Laforsa y de Guix, la huelga general del Baix Llobregat es una acción de protesta por los topes salariales anunciados por Villar Mir y una acción de lucha por la defensa del puesto de trabajo (unos 6.000 obreros de lo comarca están amenazados por expedientes de "regulación de empleo"), por la amnistía y las libertades políticas.
Está siendo una huelga totalmente pacifica por parte de los trabajadores. Las palabras que más veces se repiten en las asambleas y reuniones son, unidad, democracia y representatividad. Palabras que ponen de relieve todo un método de trabajo sindical asumido por la inmensa mayoría de los trabajadores.
La intensa vida sindical de la comarca, con reuniones periódicas de los dirigentes obreros de todas y cada una de las localidades que componen el Baix Llobregat (El Prat, Cornellà, Sant Joan Despí, Molins de Rey, Sant Feliu, Sant Boi, Gava, Sant Vicenç dels Horts, Esplugas, Viladecans...), explica la combativa solidaridad de todas ellas ante un problema que para algunas resulta incluso lejano. Existe una casi completa identidad entre cargos sindicales y dirigentes obreros. La coordinación se lleva a cabo por lo que los trabajadores denominan la Intersindical, Componen la Intersindical dos o tres dirigentes de los trabajadores de cada localidad, generalmente cargos sindicales a nivel de presidentes y vicepresidentes de UTT, cuya representatividad viene legitimada día a día por su actitud al frente de las luchas obreras.
La Intersindical, me señalan, no es organismo de convocatoria, sino de coordinación.
Durante toda la huelga, los trabajadores han intentado negociar con la patronal, no para llegar a un "pacto social", como se ha dicho, sino para llegar a un pacto político. Pero a los empresarios les sobran hábitos adquiridos de pasadas épocas, la perpetúa tentación a resolver cualquier conflicto con la represión pura y simple y les falta entrenamiento para dialogar con los representantes obreros en una mesa de negociaciones.
Un último aspecto: la extensión de la lucha a otros sectores y capas sociales no estrictamente obreros. En la asamblea de 2.000 dirigentes del pasado jueves 22, un representante de los comerciantes de la comarca afirmó que ellos empezaban a comprender y a asumir que la lucha de les trabajadores es su propia lucha. "¿Si nosotros paramos y somos por ello represaliados, nos ayudaréis?", preguntaron a la asamblea. Un si estremecedor y miles de aplausos solidarios fueron la mejor respuesta. Así están las cosas.
Juan Zamora Terrés. – Triunfo 31 -enero-1976